Renunciar a la ambición es dejar correr el tiempo significa liberarse del yugo que las agujas establecen sobre una esfera mirando el sol y con un recorrido infinito. Renunciar a la ambición es prescindir del sentido que habita en todos los objetos en cada movimiento, en cada idea significa olvidarse los objetivos e ignorar las finalidades Renunciar a la ambición es encontrarse a sí misma en campo abierto y rendirse soltarse, abrirse, darse significa entregar el ego para hacerse alma.